Tuesday, December 12, 2006

PARA ENTENDER LA NOTICIA

Por Benjamín Castro

Fundador del paraíso neoliberal

¿CAUSARA LUTO EN LAS FILAS DEL GOBIERNO DE FECAL LA MUERTE DE PINOCHET?

12 Dic 2006

Todavía unas semanas antes de las elecciones del 2 de julio, FeCal ratificó su admiración por el "modelo chileno" de economía en una entrevista al periódico La Tercera de Santiago de Chile. Antes, casi durante toda su vida política activa, Calderón manifestó en diferentes ocasiones esa misma simpatía por la política económica que se ha implementado sin interrupciones en Chile desde mediados de los años 70s. Calderón es además un egresado del Instituto Tecnológico Autónomo de Mexico (ITAM) el santuario de los "Chicago Boys" en México, de donde surgieron otros admiradores del modelo chileno como Francisco Gil Díaz o Pedro Aspe antecesores de Calderón y Agustín Carstens en el manejo de la economía mexicana o de lo que todavía queda de ella. Recientemente, en noviembre, el ITAM le dio el título de doctor honoris causa a Arnold Harberger , uno de los enviados de la Universidad de Chicago que supervisaron el inicio del "modelo chileno" bajo la dictadura de Pinochet. Harberger formo a Sergio de Castro el que fuera ministro de economía y de finanzas de la dictadura durante varios de los años iniciales. De Castro junto con Juan Piñera fueron dos de las figuras claves para imponer sobre la economía chilena el modelo exportado por la universidad de Chicago y que ahora conocemos como "neoliberalismo". Fue George Shultz, --quien en esos tiempos, los años 70s, fue director de la escuela de economía y negocios de la Universidad de Chicago y posteriormente jefe de asesores económicos del gobierno de Richard Nixon--, quien lanzó el proyecto de imponer en algunos países del Cono Sur el modelo económico copiado directamente de las enseñanzas del ministro de finanzas de Adolfo Hitler, el Dr. Hjalmar Schacht. La intención de Shultz y de Henry Kissinger era el de lanzar en Chile el "proyecto piloto" de lo que después se trataría de implementar en todo el continente y en el mundo. Para ello, reactivaron en Chile y otros países de la región a las redes de ex militares nazis y funcionarios de la GESTAPO que habían emigrado a Sudamérica después de la derrota de Hitler a través de la "linea rata", organizada por los hermanos Dulles y elementos de los servicios de inteligencia norteamericanos de la era de Harry Truman. Esos elementos incrustados en los servicios de seguridad de los países del Cono Sur utilizaron a sus pupilos para imponer estas dictaduras. Estos nazis tenían sus redes ya creadas en la marina argentina, en la DINA Chilena, entre los narco militares de Bolivia etc. A través de ellos, Shultz y Kissinger pudieron confeccionar varias dictaduras en cuestión de unos cuantos meses.

Pero el objetivo era imponer un plan económico que sirviera adecuadamente a las reformas del sistema de Bretton Woods que había impuesto Shultz en 1971 con la aprobación de Nixon. Se trataba de imponer a los países las tasas de saqueo necesarias para apuntalar un sistema internacional de "tasas flotantes" y de altas tasas de interés. Con las dictaduras como la de Pinochet se lanzó una ofensiva contra todas las conquistas sociales logradas en los años de la presidencia de Franklin Delano Roosevelt en los Estados Unidos. Los Chicago Boys desmantelaron cuidadosamente los servicios de salud, toda la red de seguridad social, las prestaciones laborales, los sistemas de educación pública, la banca de fomento industrial, las empresas paraestatales etc. etc. que fueron sacrificados para el mejor servicio del pago de la deuda y de las ganancias de los especuladores. Si el saqueo agotaba todos los recursos, entonces los ingresos del cobre permitían mantener la solvencia financiera en una economía destruida y caníbalizada. Pinochet llevo al país dos veces a la bancarrota, pero Shultz y sus amigos lo rescataron organizando rondas especulativas del mineral del cobre y programas de estafa y robo como las AFORES, la privatización de los fondos de pensiones, que permitían saquear esos fondos e imponer el ahorro forzoso a los trabajadores chilenos. Cuando surgía la oposición a la dictadura de Pinochet, se encargaban de exterminarla. Si no, surgía por ejemplo la "Operación Condor", que estaba destinada a eliminar no solo a la oposición sino a la oposición potencial que pudiera surgir. Decenas de miles fueron asesinados para este fin.

Por eso habrá luto en las filas de los admiradores del "modelo chileno" hoy convertidos en gobierno. Saben muy bien que ese modelo se ha mantenido intacto hasta hoy. Que los gobiernos de Patricio Aylwin, Eduardo Frei y Ricardo Lagos no se atrevieron a cambiarlo y que es todavía el "paraíso neoliberal" que la "democracia" no ha podido cambiar. Pinochet siempre estuvo ahí, como jefe del ejército de 1990 a 1998, o como potencial golpista desde entonces, para garantizarlo aun después de salir del poder en 1990 que así fuera. .El modelo chileno o mejor dicho "El Chile de Pinochet" es, sin duda, el "sueño húmedo" de todo buen sinarquista y de los egresados del ITAM, el " sueño " que ellos quisieran emular en México.

El autor es miembro del Movimiento Internacional del economista Lyndon H. LaRouche.